La Censura de Facebook en pleno 2020

Hace unos días me sancionaron por 3ra vez en facebook por publicar cosas que la misma red social decidió que iban contra lo políticamente correcto. Las primeras dos no me acuerdo por qué fueron, pero esta última vez fue porque contesté una “agresión” a dos de mis amigos. Y pongo agresión entre comillas porque todo es propio de nuestra relación de amistad, es decir, “así nos llevamos”.

Mi amigo me dijo que era yo una “Maricona” por mi forma de contestar una publicación

Yo a su vez, contesté que pintarse el cabello y la barba era más “maricona”

Y a otro amigo que se añadió en calidad de metiche, le contesté que era más “maricona” usar tanga (a él le gusta usar ropa interior de mujer) adjunto evidencia.

A mí me castigaron con 3 días sin poder publicar. A mis amigos no los castigaron y eso que denuncié la publicación por ardido.

La verdad, si no usara Facebook de manera comercial, ya me hubiera salido de la red social hace años, Pero por el momento la uso para apalancar mi negocio e incluso muchas veces mi imagen personal.

Es una tristeza porque en un inicio Facebook me pareció una excelente idea, donde te podías expresar libremente, sin ningún tipo de censura, donde la gente te podía conocer tal como eres y viceversa. Donde las empresas podían conocer de manera más genuina a su público objetivo y por lo consecuente podían dirigir de mejor manera sus esfuerzos de ventas.

Hoy en día Facebook es gobernado por un “moderno logaritmo” que decide qué se publica y qué no.

Además, te mandan mensajes violentamente psicológicos en tu perfil recordándote la historia de tus “faltas” con la siguiente redacción: “Advertencia sobre tù cuenta, solo tú puedes ver esto. Entendemos que es posible que se cometan errores, por eso, no restringimos tu cuenta”.

Ja, ja, ja, ¡es posible que se comentan errores! ¿Quién le dio el poder a Facebook para poder juzgar lo que está bien y lo que está mal?.

Es ridículo. ¡Me recuerda al PRI más opresor de la historia o a cualquier dictadura que me digan!

En México vaya que hemos sufrido de este mal.

Cuántos reporteros, cuantos civiles no han dado la vida en pro de la libertad de expresión.

El Logaritmo castigador de Facebook representa dos pasos hacia atrás para la historia, por lo menos de nuestro país.

Pero además de eso, en un tema más relajado y menos dramático: ¿Qué se cree Facebook para pretender educarnos, para pretender decirnos qué decir o qué expresar? Un algoritmo no entiende de contextos, de relaciones humanas ni de ideas de pensar.

Hace poco me encontré una imagen en el mismo Facebook donde castigan a alguien que publicó que vendía una tinta “Negra HP”. Totalmente estúpido.

Es un hecho que todo esto se desprende del boicot “Stop hate for profit” que varias empresas le hicieron hace unas semanas a Facebook por el “discursos de odio” que mucha gente maneja en redes sociales, dicho boicot consiste en que varias empresas quitaron su participación publicitaria por los asuntos antes mencionados, es decir, toda esta censura es por vulgar dinero.

Lo que empezó como una idea maravillosa, como medio de comunicación y expresión, como excelente medio para que las empresas conozcan a su público objetivo, termina siendo poco menos que la santa inquisición.

Cuando dejas de ser genuino, dejas de ser atractivo. Eso le está pasando a Facebook.

Si bien es cierto que en las redes sociales mucha gente aprovecha del anonimato para descargar odio, también es cierto que tú como usuario tienes la posibilidad de decidir a quién seguir, a quién leer y lo que quieres ver. De hecho, a mí me ha borrado de la red bastante gente por no estar de acuerdo con lo que publico y también yo lo he hecho muchas veces. Y eso precisamente es lo correcto, el poder decidir qué es lo que quieres y qué no, a quién quieres conservar como amistad y a quién no.

Estoy de acuerdo a que en Facebook también se organizan para hacer actos delictivos, para actos vandálicos, actos incluso de terrorismo, pero de ser así, la red social también debería ser una excelente herramienta para la policía para poder localizar cualquier ilícito cometido o a cometerse.

¡En fín!, agradezcamos a la “Generación de Mazapán”, a la “Generación de lo políticamente correcto” que tienen como función principal ofenderse, acusar, juzgar, castigar, etc.

Esta eso solo mi nada humilde opinión. Por cierto, no dejo Facebook, porque aún me sigue siendo útil, la verdad ya no se por cuánto tiempo más.